El arte es uno de los caminos que lleva al ser humano al autoconocimiento y
al desarrollo personal, pero además puede ayudar a tener buena salud y a
mejorar la calidad de vida. Por eso en la Asociación Mujeres de Corazón de Valdivia, con la colaboración de la pedagoga y bailarina Adriana torres Mesa, y los profesionales sociales de la Asociación han creado un espacio todos los jueves donde las mujeres realizan diferentes actividades artísticas y técnicas que junto al arte elevan el potencial de cada una de ellas.
En este espacio, a través de la arteterapia las mujeres proyectan sus ideas o
pensamientos internos en formas artísticas, donde los profesionales les ayudan a desarrollar todo
su potencial, siendo creativas y espontáneas. A través del arte manual las mujeres liberan sus tensiones y encuentran alivio a sus afecciones físicas,
mentales, espirituales y emocionales.
Algunas ventajas de esta terapia grupal es que al usar el proceso creativo como puente de comunicación, se genera un espacio libre de juicios estéticos, en el que las mujeres que participan activamente manipulando y transformando materiales artísticos. Cuando el alumno va terminando de manera exitosa su trabajo, su autoestima crece, su motivación aumenta y empieza a hacer del arte un nuevo proyecto de vida.
María Claudia Daza Giraldo, licenciada en psicopedagogía, especialista en promoción y prevención en salud y arte terapista, explica que la arteterapia manual se utiliza como una nueva propuesta que contribuye efectivamente a la rehabilitación integral, reinserción laboral y productiva de muchas poblaciones vulnerables del país.
Para la experta, este proyecto “llevará al paciente a ser un especialista en el arte que escoja, permitiéndole crear así una microempresa, realizar ejercicio de docencia o simplemente capacitarse y crecer interiormente. Todo esto con el propósito de mejorar su calidad de vida y los niveles de productividad a nivel empresarial”.
Según la psicopedagoga, las terapias se llevan a cabo cuando “la persona escoge un tema manual de su agrado; a partir de ese momento el arte terapista define el protocolo artístico del alumno tomando en cuenta sus limitaciones, si las hay, para aplicar el ‘protocolo artístico’ que más le convenga en pro de llevar un proceso de aprendizaje paso a paso, de menos a más, y a ritmo individual. Esto genera espacios relajantes, motivantes, desestresantes y únicos para cada alumno”.
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